El siguiente es prestado, más bien compartido y encontrado casualmente al comenzar a leer Contra nadie en la batalla de Gonzalo Lema. Y de mi parte dedicado a ti, por supuesto, siempre a ti.
Una sensación de adiós, una partecita de mi corazón que se va, este corazón que ya está desperdigado por tantos lugares, que tantas partecitas tiene ya en tantos lugares diferentes y tan lejanos. Y aunque sé que no te vas para siempre, que vas a estar ahí, tan cerca como el Internet nos lo permita (Oh! Internet omnipresente!), se desgaja mi corazón otra vez y hay un par de lágrimas en mis ojos que luchan por salir para hacer que el sentimiento sea más fiel y también luchan por quedarse en mí para evitar que este dulce-amargo momento se convierta en cursilería vana.
Será que algún momento mi corazonsote va a lograr juntar todas sus partecitas? O será que irremediablemente va a quedar dividido - no digo roto?
Cuida con cariño esta partecita, esta pequeña porción de mí… y no dejes de escribir.